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Interminable conflicto: Israel-Gaza

Por: Javier N. Pro*


Mientras que por un lado del mundo se sienten los primeros días frescos del otoño ante una sequía prolongada junto a los fuertes calores del verano en Monterrey, por otro hay miles de inocentes (palestinos e israelíes) que amanecen en guerra, provocada por el incorrecto actuar de sus gobernantes y la acquiesencia de ciudadanos que han normalizado una ocupación militar asimétrica llena de opresión sistemática, abusos y miles de asesinatos documentados por decenas de años.


Este fin de semana, como es costumbre desde hace años ya en la región, estalló un conflicto armado entre Israel-Gaza (originalmente Palestina), en la que se denuncian muertes, violaciones, secuestros y otros crímenes con víctimas y agresores de ambos bandos, prevaleciendo en medios internacionales, sobre todo en los influídos por Estados Unidos, la narrativa de que el causante es un grupo de resistencia islámica denominado “Hamás”, declarado como organización terrorista por EEUU e Israel (aliados), pero no considerada como tal por Rusia, China, entre otros.


La palestina original, que comprende los actuales territorios de Israel, Gaza y Cisjordania, había sido mayoritariamente habitada por árabes y palestinos junto a una pequeña comunidad local de judíos, a quienes desde finales del siglo XIX se les fueron sumando judíos europeos de corte sionista, quienes huían de persecuciones en búsqueda de territorio propio, y cuyo objetivo geopolítico fue apoyado por el Reino Británico, que quedó a cargo de dicho territorio tras la caída del Imperio Otomano al término de la Primera Guerra Mundial.


Mapa histórico de la ocupación palestina (1878-presente). Israel.
Mapa histórico de la ocupación palestina (1878-presente).

No sería sino hasta el final de la Segunda Guerra Mundial que la idea de un país propio y soberano se materializaría cuando miles de supervivientes del holocausto llegaron al territorio; dando origen a estallidos de violencia y atentados terroristas de grupos judíos y árabes, hasta que finalmente la ONU aprobó un plan en 1947 que dividiría a Palestina en dos estados, dándole a los judíos una mayoría del territorio (53%) a pesar de ser solo el 30% de la población. A raíz de este hecho estalló una guerra entre Israel y los cinco países árabes vecinos, quienes se opusieron a la resolución de la ONU, y durante dicha guerra Israel conquistó un 26% de territorio adicional al originalmente reconocido por las Naciones Unidas, dando lugar a casi un millón de palestinos refugiados, quienes perdieron sus tierras ante la expropiación de las mismas por el gobierno israelí. Tras guerras posteriores, Israel ocupa el 100% del territorio de la palestina original, dejando a los palestinos sin territorio alguno hasta que se firman los Acuerdos de Oslo que en papel divide los remanentes del territorio palestino en zonas de control israelí, control conjunto israelí-palestino y zonas mínimas de control palestino (que a pesar de aquello tienen también presencia militar israelí), dando origen con aquello al nacimiento del grupo paramilitar rebelde Hamás, quien se opuso a dicho acuerdo y tomó fuerza en Gaza, ante lo cual Israel procede a imponer un bloqueo de aire, tierra y mar en dicho territorio.


Para conservar su poder y mayoría judía, además de desplazar y segregar palestinos mediante políticas públicas, Israel ha expedido leyes que tienen por objetivo otorgarle la ciudadanía israelí a judíos y sus descendientes de todas partes del mundo, mientras que excluye de la misma a los palestinos, incluso los nacidos en el territorio de Israel. Destaca que en 2003, con la aprobación de la Ley de Ciudadanía y Entrada, se establece que los palestinos jóvenes no podrán residir en territorio israelí aunque se casen con uno, pero sí podrá hacerlo cualquier Europeo, quien tendrá derecho incluso a ser ciudadano, dando lugar con aquellas políticas a un apartheid cuyo objetivo es la perpetuación de la mayoría judía en el territorio.


Resulta contradictorio que un país que nace de la migración de judíos que huyeron de los horrores del nacismo de la Segunda Guerra Mundial, en donde fueron despojados, discriminados, asesinados y encerrados, se dedique ahora a efectuar prácticas de la misma índole en contra del pueblo palestino, transitando de oprimidos a opresores y naturalmente provocando la existencia de grupos rebeldes extremistas.


A diferencia de otros años en los que Hamás fue rápidamente neutralizado ante el poderío tecnológico y militar de Israel, apoyado desde hace décadas por EEUU, en esta ocasión el ataque sobrepasó sus defensas y no solo fueron decenas de cohetes los que dieron con su objetivo sin poder ser interceptdos, sino que también se infiltraron en el territorio israelí paramilitares palestinos tomando rehenes, asesinando civiles y violando mujeres. Al momento, más de 700 israelíes y 400 palestinos, incluídos niños, han muerto este fin de semana, y el conflicto pareciera estar lejos de terminar, pues Israel le ha declarado la guerra a Hamás y efectúa ahora múltiples bombardeos aéreos en Gaza, desplazando nuevamente a miles de inocentes y matando a los que no alcanzan a huir de las explosiones.


El gobierno israelí de las últimas décadas, en su afán de conquista y dominación desmedida, alimentada por su incondicional aliado Estados Unidos, ha provocado que la situación geopolítica de su país sea insostenible y pretender minimizar ante la comunidad internacional la opresión sistemática que por años han ejercido ante los ataques de una organización extremista cuyo nacimiento ellos mismos han provocado es un sinsentido, pues si algo nos ha enseñado la historia es que ante la institucionalización de la tiranía, siempre emergerán rebeldes dispuestos a enfrentarla por cualquier vía necesaria.


Ojalá lo entiendan todos: Mientras la ocupación israelí y el apartheid no terminen, la guerra y los cobardes ataques contra civiles de Hamás e Israel seguirán; por los siglos de los siglos…

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* El autor es abogado por la FLDM con estudios en Harvard y Colmex, consultor político a nivel nacional en México y escritor de la serie literaria "Ýdorgea".


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